- Caperucita, ¿dónde vas?
- A casa de mi abuela a llevarle comida.
- Pues yo también iré contigo para ver a la abuelita.
Los dos se fueron por el camino cantando y cogiendo flores para la abuela.
Cuando llegaron la abuela estaba en la cama con fiebre, le dieron una pastilla para que le bajara la fiebre y después le dieron de comer.
La abuela se durmió y el lobo y Caperucita se pusieron a merendar y a jugar. La tarde pasó muy rápido.
Cuando se despertó la abuela ya estaba mucho mejor. Los dos se fueron para casa, y quedaron al día siguiente para ir a ver a la abuela.
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